Reflexiones acerca del Tour de Liderazgo de Afro-Latina
Marzo 2008
Saludos a todos, E Kaabo,
Escribo estas reflexiones con el deseo de compartir este viaje con la comunidad, con familia y amigos; para poder así llamar su atención hacia el trabajo realizado por las líderes Afro-Latinas y para enfatizar las semejanzas con las personas de descendencia africana.
Este fue el tercer año de las “Mujeres de Poder” –una serie sobre liderazgo de Afro-Latina dirigida por el Caribbean Cultural Center y GALCI. El tour empezó con las mujeres en Nueva York y luego se encaminó a Boston en donde Encuentro Diáspora Afro fue el anfitrión del evento en colaboración con AFAB que ofreció un almuerzo y, con El Instituto de Liderazgo y Cambio de Simmons College que realizó un evento tipo panel. La familia de Encuentro se conmovió al escuchar las palabras y la dedicación de Sonia Pierre de la República Dominicana y Maricruz Rivera Clemente de Puerto Rico.
Aunque este fue un tour centrado en Afro-Latina, me gustaría dedicar esta reflexión tanto a los hombres como a las mujeres que continúan apoyándome y guiándome y también a aquellas personas que conocí durante este viaje. Para los hombres Afro que se atreven a pararse junto con nosotras, mucho amor.
Mi primera parte del tour empezó con un e-mail de un amigo, mentor y hermano en la lucha; él me escribió diciéndome que en hacer este viaje, hacer un par de amigos y hablar con una voz de amor para nuestra gente. Al regresar de el viaje, recibí un e-mail del Sr. Claral Richards, quien es una inspiración para mí. Él me mando este proverbio, “Cuando alguien comparte algo de valor contigo y tu te beneficias, tienes la obligación moral de compartirlo con otras personas” (Proverbio Chino). Lo que ellos dos me dijeron llevó a que mis sentimientos retornaran a un punto de partida y me llevaron a embarcarme en otro peregrinaje sobre de la realidad de ser afro en el mundo.
Somos UNO.
Este año durante el tour, pude recordarme del peso que cargamos como gente afro y como mujeres. ¿Cómo remendamos nuestro mundo roto?
El fin de semana anterior al tour había asistido a una conferencia Ifa Divination. Había salido de allí sintiendo la importancia de aceptar, abrazar todo lo que somos. Para nosotros es importante aprender sobre nosotros mismos y hablar por nosotros mismos. Al hacer esto honramos a nuestros ancestros.
Estas mujeres no hacen este trabajo para que las celebren. De muchas maneras el poder interno que arde dentro de ellas es más fuerte que el poder externo de las posiciones y títulos que puedan llevar. Ese fuego interior es la base del porqué ellas, y yo, hacemos lo que hacemos. En este tour compartimos el trabajo que hacemos en nuestras comunidades. Hablé sobre el trabajo que hago en Boston, de cómo veo a mi propia patria de Panamá y resalté el trabajo de la Red de Mujeres Afrolatinoamericans, Afrocaribeñas y de la Diaspora.
Empicio diciéndole a todos, que necesitamos involucrarnos en lo que le está pasando a los Haitianos en la República Dominicana. Lo que está sucediendo allí no se trata solamente de Haitianos o de Dominicanos, se trata de gente Afro. Sonia Pierre con su humilde presencia confirmó que amar a nuestra gente es luchar por nuestra gente. “Esto se trata de derechos humanos”, fue lo que repitió en cada presentación. El negar cuidado médico, educación, el ser eliminado de archivos como si nunca hubieses nacido, el ser negado ciudadanía basándose en el color de tu piel, son cosas que no debieran de estar pasando en el siglo XXI.
La primera parada para nosotros tres fue Chicago. La presentación de Chicago se llevó a cabo en el Southwest Youth Collaborative en colaboración con el Egan Urban Center en Depaul University. Este evento tuvo una presencia juvenil fuerte. Después de escuchar a algunos de ellos y mirarles a los ojos, salimos de allí sintiéndonos muy confiados en su habilidad para llevar esta información a la comunidad. Un joven despertó a la vida cuando habló Sonia. Él también era de ascendencia Haitiana. Al final del panel se acercó a nosotros y nos abrazó. Fue un tipo de abrazo que dijo, “gracias por ver mi humanidad”.
Muchos de nosotros hemos oído algo sobre Sonia Pierre pero lo que muchos de nosotros no hemos escuchado es que su trabajo viene con todo y amenazas hacia ella y hacia su familia. En su lenguaje corporal se puede ver cómo estas preguntas la impulsan y mueven. ¿Cómo no vas a pararte y decir, ¡SUFICIENTE!? ¿Qué haces después de escuchar que jóvenes mueren sofocados al ser traficados para trabajar en los campos? Una pregunta que le hicieron a Sonia en todas las presentaciones fue referente a la Responsabilidad de los Dominicanos que están tanto adentro como fuera del país, de dirigirse a este tema. ¿Debieran David Ortiz, Sammy Sosa, por nombrar unos cuantos, hablar de lo que está pasando? Sonia respondió que sí, entendiendo el riesgo pero yendo más allá y diciendo, “Derechos Humanos”.
Política, economía, preservación de la tierra, fueron incluidos en el mensaje de Maricruz Rivera Clemente de Loiza, Piñones en Puerto Rico. El mensaje de Maricruz se refirió a la importancia de nuestra participación en la política, sobre la necesidad de apoyar el crecimiento económico en nuestras comunidades y sobre la necesidad de proteger la riqueza de nuestra tierra. Su mensaje hizo eco para muchos. ¿Qué pasa cuando la urbanización en nuestras comunidades comienza con nosotros y termina con desplazamiento? Esto es lo que llamamos gentrificación.
Sonia no pudo unirse a nosotros en el viaje a Nueva Orleáns. Sonia, muchas gracias por tu firme compromiso con nuestra gente.
Maricruz y yo nos quedamos varadas en el aeropuerto de Chicago casi todo el jueves, fue frustrante y agotador. Finalmente a media noche llegamos a Nueva Orleáns. Nos recibió una joven Afro que nos registró fácilmente después de escuchar el día que habíamos tenido. Luego fui a preguntarle cómo estaban las cosas allí, refiriéndome a Katrina. Ella nos compartió que no sólo sobrevivió, sino que sigue sobreviviendo a Katrina. Nos habló abiertamente de la lucha con las compañías de seguros, la depresión y su retorno a Nueva Orleáns. Ella nos dijo que volvió “con fortaleza para mis tres hijos”. Su esposo y ella siguen arreglando su casa. Tienen sólo media cocina que resulta lo suficientemente buena para poder alimentar a sus hijos y un baño que funciona para poder mantenerlos limpios.
Después de escucharla, mi frustración y agotamiento se disiparon. Todo lo que quería hacer era pasar más tiempo con ella. Ella me preguntó qué sabía sobre Katrina. Esta fue una pregunta recurrente que empezó en Nueva Orleáns. Les conté sobre el trabajo en Boston con Rosa Parks Human Rights Committee y Green Ribbon Coalition. Le comenté que no solo se trataba de gente afro en los Estados Unidos pero que también era posible hablar en Latinoamérica. Le conté acerca de la Declaración de la Reunión de la Red en Nicaragua en el 2006 y cómo habíamos mencionado a las víctimas de Katrina. Ella se conmovió y dijo que no tenía idea que la gente estaba poniendo atención.
Al siguiente día me reuní con Shantrelle Lewis quien fue nuestra anfitriona en Nueva Orleáns. Shantrelle es la esencia de lo que es ser de Nueva Orleáns. Shantrelle nos llevó a ver el “Lower 9 Ward” (el área al sur de la ciudad, cerca del río Missisipi, que fue arrasada por Katrina). Al ver los efectos directos de Katrina después de tres años se me abrieron los ojos de tantas formas. Sentí emerger a la superficie un nivel de enojo y dolor que no puedo explicar con palabras.
Nuestra primera reunión en Nueva Orleáns fue en el Ache Cultural Arts Center. Esta fue una reunión con activistas comunitarios, artistas, escritores y cineastas. El hermano Kalamu abrió la discusión preguntándonos cuánto sabíamos acerca de las personas en el salón y cómo podíamos saber a lo que se dedicaban. Había pioneros, reinas y estudiantes en el salón. Esto nos ayudó a recordar que no podemos asumir y juzgar solamente por el color de nuestra piel, clara u oscura. La primera pregunta dirigida hacia nosotros se refirió a qué sabíamos acerca de Katrina. Maricruz habló de la importancia que jugó en su comunidad con respecto a temas de urbanización y protección de tierras. Continuó diciendo que algo así hubiera podido suceder en Piñones.
Hablamos largamente sobre las luchas individuales de cada quién y hablamos sobre conexiones históricas y actuales. En esta reunión también tuvimos a un hermano de Venezuela quien trajo un nuevo entendimiento sobre lo que está sucediendo en su país. ¿Sabían que el billete de cinco bolívares tiene una imagen de un hombre Afro, “Negro Primero”? Todos salimos de allí habiendo hecho un nuevo compromiso para educar a los dos lados, Afro-Americanos y Latinos.
El segundo día tuvimos un panel en el Museo de Arte Africano de George Y Leah Mckenna donde Shantrelle es la Directora. Una vez más, se hicieron conexiones naturalmente y se resaltaron similitudes. Seguidamente, el hermano Kalamu nos llevó en un tour al este de Nueva Orleáns, Little Woods y Gentilly. La cantidad de terreno destruido es indescriptible, eran millas y millas. Durante el tour decidí concentrarme en ver cuánto tiempo me tomaba ver un supermercado y pasó un tiempo muy largo. La razón de esto es que mucha gente aún no ha regresado. Entendí que no era que no quisieran regresar sino, ¿a qué regresarían?
La mayoría del tiempo que estuve en Nueva Orleáns me distrajo el peso que sentía en mi corazón pero también tuve unos pocos momentos de consuelo puro. Cada bocado que di en Nueva Orleáns fue como comer de la comida de mi Tía Jeanne. La parte francesa de mí estaba contenta. El beignet, el maíz en el pan de maíz, los mariscos. Vi a gente comiendo pez gato de la misma manera en que nosotros comíamos los cangrejos que traía mi Tío Tete los fines de semana, detrás de la casa en Rainbow City, en el piso, sin preocuparnos por ensuciarnos. ¡Que delicia!
Toda la gente a la que conocimos quería contar su historia. Estas personas fueron bondadosas y amigables. Sus voces estaban llenas de tristeza pero su fortaleza era indestructible.
Cualquiera que sea tu posición o tu punto de entrada, Africano en Américas, Diáspora, Pan-africano, perspectiva espiritual, es hora de tener un espacio revolucionario, un espacio común, que nos pertenezca, que nosotros definamos, protejamos y hable de cómo somos UNO.
Vi a Panamá, a Colón en todas partes. Lo vi, no solamente en los Panameños que conocí en Chicago pero en las historias y en la comida. Recordé algo más que el Sr. Richards había compartido conmigo, el me dijo que cuando veo a un hombre o mujer Afro, veo a un hermano y a una hermana.
Marta Moreno Vega empezó con esta idea que ha ido más allá del intercambio entre mujeres Afro-Latinas, también es un intercambio entre nuestra gente. Una vez mas, no podía dejar de llorar en mi viaje de regreso a Boston. No solo lloraba por la tristeza que sentía sino por el nuevo entendimiento, la revelación del dolor y la lucha de nuestra gente.
Durante mi viaje me fui leyendo el libro Kinky Gizpacho de Lori Tharps y encontré una una cita de Bell Hooks, “Para poder viajar siempre he de moverme a través del miedo, enfrentar el terror. Ayuda poder conectar esta experiencia individual con los viajes colectivos de los africanos por el Pasaje Intermedio”.
Quiero terminar volviendo a pasar por una pregunta que hice al principio. ¿Cómo remendamos nuestro mundo roto? Puede que todos tengamos muchas respuestas pero por ahora y después de haber regresado de este viaje puedo decirles que se hace construyendo nuestra comunidad utilizando nuestras propias experiencias.
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